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jueves, 3 de noviembre de 2011

RESUMEN LIBRO 10: "La educación de arte no son manualidades"

Un manifiesto es reflexionar sobre lo que estamos haciendo, pararnos a pensar, en vez de a producir. En el arte los manifiestos son normales, mientras que en la educación pocos se atreven a redactar sus proposiciones.
La pedagogía toxica tiene un manifiesto muy claro y conciso, oculto, esconden al autor, en cambio, un manifiesto no toxico manifiesta su manifiesto, lo hace visible y permite leerlo, su autor está presente.
Los manifiestos son poco visibles en educación pues necesitan reflexión. Donald Schon define la practica reflexiva como una oportunidad para repensar qué es lo que estamos haciendo y para qué.
Hay cuatro tipos de manifiestos, el más importante es el que escribe el docente para sí mismo. Los contenidos del manifiesto depende del educador sabiendo lo que debe de hacer con la educación.
Lo siguiente es encuadrar, investigar, reflexionar, redactar y orientar la actividad teniendo en cuenta los elementos ajenos que la componen.
La pedagogía liberadora encuadra, defiende que los contextos ajenos son importantes para la enseñanza, y la pedagogía toxica no presta atención a lo ajeno.
Tres lugares ajenos son:
1.   Contexto temporal: reflexiona sobre el tiempo total y concreto que tengo para el desarrollo de la actividad.
2.   Contexto espacial: reflexiona la cota geográfica.
3.   Contexto humano: reflexionar sobre los estudiantes y sobre nosotros, y realiza un análisis y reflexión sobre destinatarios y destinador y sus características.

Una de las pocas actividades intelectuales de muchos profesores se reduce al diseño de los objetivos, que junto con la evaluación es la cuestión más tratada. En la pedagogía tóxica, el único objetivo de los estudiantes es el aprobar, por lo que han de memorizar mecánicamente una serie de conceptos que olvidaran una vez conseguido su objetivo.
Esta obsesión de la pedagogía tóxica, por cumplir el objetivo de manera exacta, es imposible, porque cada estudiante interpreta su objetivo de forma diferente. La diferencia que hay entre meta y objetivo es que, los objetivos son externos, concretos y fáciles de evaluar, mientras que las metas son internas, inconcretas y difíciles de evaluar. Las metas deben ser fijadas por el profesor y los alumnos, y para que éstas sean abiertas, inacabadas y formen parte del estudiante, deben ser generales. 
Los contenidos junto con los objetivos, son los dos grandes pilares del diseño curricular, es decir, el trabajo práctico del docente. La pedagogía tóxica considera que hay una interrelación entre objetivo-contenido-evaluación que no se puede separar. A cada objetivo le corresponde su contenido, a cada contenido, su correspondiente sistema de evaluación. El profesor selecciona y elabora sus contenidos desde las estructuras superiores. Es fundamental que la información que se transmite a los alumnos sea creada desde el interior del propio docente.
Si los docentes queremos respetar a nuestros alumnos, deberíamos darle toda la información que tenemos de ellos; debemos verlos como figuras paralelas a las nuestras, no como seres inferiores. Para fomentar el relax deberíamos de tratarlos como nos hubiese gustado que nos hubieran tratado. Nuestro objetivo debe de ser que los estudiantes se involucren en el proceso educativo de manera completa.
Por otro lado, se nos aclara el término “boomerang”, la evaluación no debería ser un proceso en una solo dirección, sino en muchas; además debería de volver hacia el profesor, que también debe de ser evaluado. Bain dice que la evaluación y calificación se centran en el aprendizaje no en el rendimiento. En muchas ocasiones podemos tener alto rendimiento pero no haber aprendido nada. Para que se dé un adecuado “boomerang” debe de darse: motivación intrínseca, perseverancia frente a talento innato y técnicas cualitativas frente a cuantitativas.
Para evaluar a los alumnos se puede hacer mediante varias técnicas, como: evaluación anticipada (los alumnos establecen cuál es la calificación que quieren alcanzar); autoevaluación (el mismo alumno es quien decide si ha aprendido o no, debe de calificarse); evaluación compartida (los estudiantes se evalúan entre sí); portafolio visual (evaluamos mediante una entrevista con el alumno); cuaderno de bitácora (análisis crítico de lo que el alumno ha hecho, es un trabajo continuo).


RESUMEN EXPOSICIÓN

La exposición del tema 10, “la educación artística no son manualidades” ha sido muy interesante, divertida y amena. A través de numerosos ejemplos con obras de arte, nos han mostrado que el arte no es una simple manualidad, que mediante un simple cuadro se pueden expresar muchas críticas u opiniones hacia la sociedad y que de igual manera un solo cuadro puede expresar un significado diferente según la persona que lo analice.

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